Mediación

Título: Mediación

Artista: Paula Flores

Año: 2021

Material: Piel sintética, esculturas de micelio y pan de oro

Dimensiones: Dimensiones variables

Expuesto en: MENO PARKAS gallery

Descripción

Esculturas de micelio que descansan sobre piel sintética, una piel que recuerda el calor de los mamíferos. Una de las esculturas de micelio descansa sobre una lámina de oro. Ésta es la elegida. La de mayor valor. El antaño mamífero aguilucho que ahora ha perdido gran parte de su pelo, decide el rango de las jerarquías en el mundo natural. Cuanto más preciados son, mayor es el riesgo de perderlos por nosotros mismos.

Fotos: Sofía Cruz Rocha

Texto de la exposición de Marcello Farabegoli

Las artistas mexicanas Guadalupe Aldrete, Sofía Cruz Rocha y Paula Flores, que viven y trabajan en Viena, abordan el concepto general de transformación desde las perspectivas de la experiencia individual, la filosofía hermética y el conocimiento a través de la naturaleza, respectivamente. El concepto de dualidad, que se explicará con más detalle a continuación, desempeña un papel esencial. Los tres artistas buscan cambios fundamentales que les permitan superar dialécticamente la dualidad y experimentar una nueva unidad consigo mismos, con el mundo natural o incluso con el cosmos en un nivel de conciencia cambiado o superior. Este extraordinario esfuerzo probablemente tenga que ver con su bagaje cultural, en el que deberían ser decisivos elementos culturales menos latinoamericanos y más precolombinos. Estos elementos "arquetípicos" se funden con las cosmovisiones occidental y asiática en obras de arte sensuales, densas en contenido y, en conjunto, muy emocionantes. Por último, pero no por ello menos importante, la actitud investigadora-científica de los artistas confiere a su obra una base conceptual esencial.

La dualidad también desempeña un papel importante para Paula Flores, en el contexto de la naturaleza. En general, le preocupa la complejidad de la naturaleza, nuestro conocimiento o ignorancia de ella y nuestra relación con ella. ¿Cómo es posible, se pregunta la artista, que el pensamiento imperialista capitalista occidental, concebido predominantemente por hombres, haya permitido a una parte de la humanidad legitimar la explotación de poblaciones y grupos humanos esclavizados y oprimidos, y nada menos que de la naturaleza? Por ello, Flores busca formas de cambiar, desmontar y superar estas construcciones conceptuales jerárquicas. Para ello, estudia las extraordinarias formas de comunicación entre los seres humanos y otras especies, como hongos, bacterias y plantas. Espera que esto pueda conducir a un cambio en el equilibrio de poder y, posiblemente, allanar el camino para una relación más equilibrada entre los seres humanos y la naturaleza que beneficie a todo el planeta. En concreto, Flores se interesa por la dualidad entre la vida y la muerte y se pregunta dónde podría encontrarse el límite nítido entre estos conceptos. En relación con este contraste fundamental, cabe mencionar que el famoso físico austriaco Erwin Schrödinger, con su legendario ensayo "¿Qué es la vida?", publicado hace unos setenta años, había señalado los grandes enigmas del fenómeno de la vida, así como los principales obstáculos explicativos asociados, y al mismo tiempo había dado un impulso esencial a la genética. Sorprendentemente, el estado actual de los conocimientos sigue siendo insuficiente para comprender cómo surgió la vida. Del mismo modo, en la actualidad sigue siendo técnicamente imposible crear vida artificial. Por último, pero no por ello menos importante, un virus, es decir, un ser que existe como tal por definición entre la vida y la muerte, desempeña un papel aterrador generalmente conocido en los últimos tiempos. Además, en las llamadas religiones animistas, por ejemplo, se atribuye un alma personal a cualquier objeto natural. Especialmente en su juventud, algunas personas de hoy en día pueden seguir teniendo la capacidad de sentir esta alma total; algunos artistas en particular suelen cultivar esta capacidad a lo largo de su vida. En su infancia, la propia Flores pudo atesorar un sentimiento mágico en relación con la naturaleza y reconoció este efecto particular aún más intensamente en los relatos de sus abuelos, que crecieron en el campo. La voluntad de Flores de encontrar una vía de transformación mediante el trabajo artístico-exploratorio, que consiste en romper el concepto dual de la vida y la muerte, parece especialmente radical. Por último, pero no por ello menos importante, cree que a través de ello puede alcanzar una conexión con los seres que animan el universo. El núcleo de la instalación "Mediación" (2021) de Paula Flores son las tres esculturas realizadas a partir de micelios de setas. Según Wikipedia, en el lenguaje común solo se denominan setas los cuerpos fructíferos visibles. El hongo real, sin embargo, es predominantemente la estructura fina y filiforme (hifas) que existe como micelio en el suelo o en la madera, que en la mayoría de los casos no se percibe debido a su aparición en estos sustratos opacos. Los micelios fúngicos pueden alcanzar un tamaño de más de un kilómetro cuadrado, una enorme masa biológica y una edad avanzada. Los micelios son vitales en los ecosistemas terrestres y acuáticos por su papel en la descomposición de la materia vegetal y son el factor principal de la salud, la ingesta de nutrientes y el crecimiento y la forma física de una planta. Flores lleva mucho tiempo experimentando con micelios para darles formas compactas y luego dejar que se sequen, proceso que en la mayoría de los casos significa también la muerte de estos seres vivos. Las tres esculturas de esta instalación parecen en cierto modo huevos prehistóricos, que podrían proceder de dinosaurios o incluso ser de origen extraterrestre. Al cogerlas en la mano, uno se da cuenta de lo ligeros y frágiles que son estos filamentos que han crecido juntos. La lámina de oro sobre la que el artista coloca las esculturas indica el gran valor de esta especie para nuestro ecosistema y, por tanto, también para nuestra supervivencia humana en la Tierra. El pelaje blanco y negro simboliza simplemente el principio mismo de la dualidad, en el que estamos atrapados la mayoría de los humanos. Es digno de mención que Flores opte también por un material artificial que imita a uno natural... Al sacar a la luz o forzar tan radicalmente, por así decirlo, un ser vivo oculto y esencial, el artista parece querer sugerirnos qué fina e inmensa red de cosas ocultas, de lógica multivaluada, de superposiciones físicas cuánticas entre principios duales, entre tesis y antítesis, entre partículas y ondas, materia y cosas inmateriales puede seguir existiendo.

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